miércoles, 2 de junio de 2010

Columpio

Hoy volví al parque, y de nuevo me subí en ese columpio, sola, empece a balancearme lentamente, aumentando la velocidad a cada vaiven... me encanta esa sensación de sentir mi cuerpo luchar contra esa fuerza que me empuja hacia el otro lado, y aunque esos momentos duren decimas... en ese momento siento que puedo con todo, que no hay fuerza mayor que la mia para impedirme avanzar, siento como me voy mareando justo en el momento en el que la velocidad es tal que ya no se ni si soy arrastrada o arrastro yo mi cuerpo ni en que dirección, me invade un temor a que se me salga la cadena y acabe tirada y golpeada y sigo inconscientemente disminuyendo la velocidad hasta poner mis pies contra la arena arrastrandolos para sentirme completamente inmovil... asi me quedo un instante.. despues me levanto del todo y camino hacia dónde me reclaman mi atención para volver a la "normalidad"



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Alguien dijo por ahi...
Hay tres cosas que no regresan
La flecha lanzada.
La palabra dicha.
Y la oportunidad perdida.