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Sabes cuando deseas algo hasta el punto de ser una obsesión que no te deja vivir  y cuando por fin lo consigues y sientes esa felicidad anhelada... pero poco a poco a pesar de saber que realmente es lo que deseabas, lo que necesitabas... pero a pesar de que hay momentos en los que te sientes orgullosa de lo que has creado, y al mismo tiempo sientes que has fracasado, que no lo estás manejando bien y no tienes ni idea de cómo manejarlo y sientes una impotencia porque lo que más quieres en esta vida es lo que más te duele y más feliz te hace al mismo tiempo, a veces me pregunto si solo me pasa a mí o si por el contrario es así siempre, pero lo único que sé es que aún sabiéndolo volvería a hacerlo aunque igual con algún que otro cambio...

piedra pared

La pared estaba blanca e impoluta, y se paró frente a ella en silencio a observarla,  de repente metió la mano en el bolsillo y sacó una de sus piedras y comenzó a rayar en ella dibujando líneas sin sentido... unas letras por aquí, unos dibujitos por allá... y para cuando se dio cuenta había buratacheado toda la pared,y se dio cuenta que apenas le quedaba piedra entre sus dedos... salió corriendo como un niño asustado después de hacer una trastada y cuando sintió que estaba en un lugar seguro respiro hondo, y empezó a pensar en cada uno de sus buratachos de la pared, aún quedaba espacios por rellenar y se preguntaba cuánto tardarían en limpiar todo su rastro de nuevo...  cada día volvía a pasar por delante de esa misma pared e inconscientemente se metía las manos en los bolsillos en busca de su piedra casi consumida y se sentía tentada a dejar de nuevo su raya al ver como el tiempo borraba lentamente las suyas... un día saco la piedra y dibujo algo a medias, no acabo el dibujo, había otra marca y no era suya... sonrió y se miro la mano... no había resto de su piedra ... sin embargo tenía los dedos igualmente colocados como si aún la sujetara...  escuchó unos pasos detrás suyo, lentamente volteó y vio una silueta correr y voltear la esquina, decidió ir a ver qué ocurría cuando llegaba al final de la pared para ver qué se escondía al otro lado, tropezó con una piedra, la de las otras pintadas... la dejo allí mismo y volvió a su camino mirándose sus dedos doloridos y raspados...