Pensamientos mojados...

Dios... no sé cuánto tiempo hacía que no disfrutaba de sentir la lluvia libremente sobre mi, sin buscar refugio para escapar de ella... esta vez me fue imposible y me encantó...
Sentir cómo caían las gotas de agua sobre mi cara obligándome a casi cerrar los ojos...
Decidí pararme en mitad del camino solitario y oscuro y dejar que mi cuerpo se empapara de ella despejándome la mente y aunque no era precisamente la visita sorpresa que esperaba en mi camino, bien que me pillo por sorpresa...  No pude bailarle como la última vez que disfruté de su melodía... esta vez no vino a invitarme a bailar sino a darme un escarmiento y ponerme en mi lugar...